Principios agroecológicos de Expresiones Bioculturales

Nuestra subjetividad

Algunas veces es difícil para mí no digamos dar a entender, sino expresar que es lo que hace Expresiones Bioculturales. Algunas veces pienso que complico más su existencia de lo que debería. Pero después, pienso, que lo que estoy haciendo diferente es que estoy integrando áreas que usualmente parecen estar separadas.

Expresiones Bioculturales se mueve en la dimensión de la subjetividad. Nos entendemos a partir de las narrativas y agencias que nos cruzan.

Las narrativas son historias que nos contamos que crean pensamientos, actitudes y conductas que dan forma a nuestro mundo, y están a su vez elaboradas por este mismo mundo. Un ejemplo de narrativa, es la noción de género de hombre. Una persona es hombre en tanto se le ha contado la historia de cómo debe vestir, comportarse, pensar, sentir que entran dentro del marco de lo que un grupo de personas considera que es ser hombre. Esto es a lo que llamamos género que no debe ser confundida con la noción de sexo (que también tiene narrativas y complejidad).

Las agencias son todas las cosas que consciente o inconscientemente ejecutan una acción sobre algo más. Los humanos somos agencias atravesadas en tanto somos un conjunto de órganos y células propias, pero también somos células y órganos ajenos que ponen las condiciones para nuestra vida. Bajo esa perspectiva, una persona es un holobionte, no solamente una persona con células humanas, sino con células de bacterias, hongos, compuestos minerales y orgánicos que integran nuestro ser.

Esto significa entendernos en la subjetividad, en la medida de que entendemos sólo en función de las cosas que constantemente nos atraviesan y están cambiando dentro de nosotros y fuera de nostros.

Nuestro contexto

Actualmente, vivimos en un mundo donde la super especialización es valorada sobre muchas otras cosas. Hasta los libros de marketing y administración nos dicen que nos enfoquemos. De hecho, tengo muy presente en la cabeza la teoría de empresas cuando pienso en Expresiones Bioculturales. Me digo a mí mismo, “Vinik, para ya. Haz solamente una cosa y permite que la gente conozca tu trabajo de manera sencilla, sin enredarte tanto”. Resulta que cuando me pongo a hacer, percibo que ya varias áreas de mi vida están vinculadas sin que yo pueda hacer algo al respecto: mis gastos están vinculados a la capacidad de autonomía que tengo sobre la producción y transformación de mi propia comida, mi manera de cuidar está vinculada a la capacidad del sitio donde vivo de ofrecer un ambiente seguro, de mi uso de agua y suelo, mi forma de divertirme está vinculada al tipo de redes que me nutren y que, por cierto, en muchos casos son las mismas redes de donde surgen las fuentes de empleo o ingresos.

Cuando desarrollé en la Universidad del Medio Ambiente el modelo de trabajo para restauración ecológica de Expresiones del Mezcal, tallereamos diferentes versiones de principios agroecológicos que cada quién visualizaba que eran importantes para su proyecto. Yo me quedé con una versión de principios agroecológicos con la que no estoy totalmente de acuerdo en los argumentos de sus postulados, pero que agradezco porque de todas formas, ajustándolos a mi filosofía y contexto, estos son los principios que dan más sentido al trabajo que hago en mi vida.

Es muy necesario aclarar que la agroecología no es una práctica, movimiento y disciplina que trate de estudiar exclusivamente los métodos, técnicas y principios de manejo de la tierra para la producción de alimentos. La agroecología también estudia los principios sociales bajo los cuales se maneja el suelo, la tierra y el agua. Comento esto porque para mí ha sido común escuchar a gente dividir a sus organizaciones en áreas y llamar al área de manejo de cultivos y suelo como el área agroecológica. No, agroecología serían también las áreas de filosofía y pensamiento de la empresa, el área de perspectiva de género, área de derecho... Para acabar pronto, agroecología NO es un área, es una perspectiva, un paradigma, un marco de vida y trabajo que involucra áreas de pensamiento y acción como la teoría de género, manejo del suelo, administración, entre otras.


Principios y prácticas agroecológicas convencionales

El Recuadro 1 muestra los principios agroecológicos de la forma como normalmente son trabajados. Esta es una recopilación elaborada por diferentes investigadores e investigadoras de lationamérica, África, Asia y el norte global que integra diferentes perspectivas basadas en el trabajo de investigadorxs seminales y las bases constitutivas de la agroecología que describe la FAO.


Recuadro 1

Principios agroecológicos según Wezel, et. al.

1. Reciclaje. Utilizar preferentemente los recursos renovables locales y cerrar en la medida de lo posible los ciclos de recursos de nutrientes y biomasa.

2. Reducción de entrada de insumos. Reducir o eliminar la dependencia de los insumos adquiridos y aumentar la autosuficiencia.

3. Salud del suelo. Asegurar y mejorar la salud y el funcionamiento del suelo para mejorar el crecimiento de las plantas, particularmente mediante el manejo de la materia orgánica y la mejora de la actividad biológica del suelo.

4. Salud animal. Garantizar la salud y el bienestar de los animales

5. Biodiversidad. Mantener y mejorar la diversidad de especies, la diversidad funcional y los recursos genéticos y, por lo tanto, mantener la biodiversidad general del agroecosistema en el tiempo y el espacio a escala de campo, finca y paisaje.

6. Sinergia. Mejorar la interacción ecológica positiva, la sinergia, la integración y la complementariedad entre los elementos de los agroecosistemas (animales, cultivos, árboles, suelo y agua).

7. Diversificación económica. Diversificar los ingresos agrícolas asegurando que los pequeños agricultores tengan una mayor independencia financiera y oportunidades de agregar valor, al tiempo que les permite responder a la demanda de los consumidores.

8. Co-creación de conocimiento. Mejorar la creación conjunta y el intercambio horizontal de conocimientos, incluida la innovación local y científica, especialmente a través del intercambio de agricultor a agricultor.

Co-creación e intercambio de conocimientos

9. Valores sociales y dietas. Construir sistemas alimentarios basados en la cultura, la identidad, la tradición, la equidad social y de género de las comunidades locales que proporcionen dietas saludables, diversificadas, apropiadas para la temporada y la cultura.

10. Justicia. Apoyar medios de vida dignos y sólidos para todos los actores involucrados en los sistemas alimentarios, especialmente los productores de alimentos a pequeña escala, basados en el comercio justo, el empleo justo y el trato justo de los derechos de propiedad intelectual.

11. Conectividad. Garantizar la proximidad y la confianza entre productores y consumidores mediante la promoción de redes de distribución justas y cortas y reintegrando los sistemas alimentarios en las economías locales.

12. Gobernanza de la tierra y los recursos naturales. Fortalecer los arreglos institucionales para mejorar, incluyendo el reconocimiento y apoyo de los agricultores familiares, pequeños agricultores y productores campesinos de alimentos como gestores sostenibles de los recursos naturales y genéticos.

13. Participación. Fomentar la organización social y una mayor participación en la toma de decisiones de los productores y consumidores de alimentos para apoyar la gobernanza descentralizada y la gestión adaptativa local de los sistemas agrícolas y alimentarios.

Recuadro 2

Prácticas de manejo

a. Aplicación de compost
b. Cultivos de cobertura
c. Acolchadod. Rotación de cultivos
e. Manejo integral de insectos y hongos
f. Flores alelopáticas
g. Técnicas de infiltración de agua
h. Atracción de insectos y polinizadores
i. Cercos Vivos
j. Asociación de cultivos
k. Agroforestería
l. Integración animal
m. Refaunación
n. Construcción de microclimas y paisajes diferenciados
o. Huerto biointensivo
p. Circuitos cortos de comercialización
q. Comunidades de aprendizaje
r. Tiendas y mercados de productores
s. Cooperativas de consumo y de trabajo

Estos principios todavía están desvinculados de una coexistencia integrada. La forma en la que clasificamos el mundo tiene una consecuencia directa en cómo nos conducimos en este. Por eso yo me adhiero a los principios de Rosset y Giraldo en su artículo “Principios sociales de las agroecologías emancipadoras”. Lo social es lo ecológico y lo ecológico es lo social. Por lo tanto, no puede haber principios diferentes para el manejo de los animales no humanos y humanos, solo por poner un ejemplo. Es decir, reconocemos, respetamos y apreciamos las diferencias que existen entre las diferentes esferas de la vida por lo cual tenemos que reconocer las necesidades y deseos de cada cual para poder desenvolver acuerdos de co-existencia, pero eso no quiere decir que tengamos que compartimentalizar de la misma forma que lo han hecho las instituciones e ideas que han formado los tipos de manejo del mundo que nos han traído aquí.




Desarrollo de principios sociales




1) Principio ontológico

Giraldo y Rosset describen este principio como uno en el que debemos actuar desde la espiritualidad, no el productivismo. Opto por reformularlo para decir que tenemos que actuar desde las relacionalidades, no la especialización o un fin único. En tiempos de capitalismo tardío, ese fin único es el dinero o las crisis, resolver una crisis. Si bien las ontologías relacionales están precisamente vinculadas a lo espiritual, también se vinculan a lo material como la producción de alimentos, el esparcimiento, el aprendizaje en un lugar e incluso la generación de recursos financieros en trabajos modernos. En ese sentido, pienso que es necesario poder encontrar conexiones entre nuestra soberanía alimentaria y los trabajos que tenemos que nos tienen que proveer del tiempo necesario para desarrollar la vida para luego producir utilidades financieras.

Una ontología relacional nos relata formas de asociarnos a los territorios donde vivimos, nos favorece el lenguaje de esos lugares y enriquece nuestras vidas en conjunto. Arturo Escobar señala que este es el tipo de acercamiento de los pueblos originarios o enraizados, y por eso son capaces de crear estructuras de pensamiento y acción que cuentan una historia de reciprocidad mutua.

Creo que si pudiéramos ser capaces de crear una cosmogonía de asociación de nuestras necesidades básicas y deseos integrada, incluso, con las formas post-capitalistas que vivimos, podríamos encontrar medios autónomos para vivir más tranquilamente.

 

1.1) Principio económico

Como sub-principio de lo ontológico opto por enmarcar a lo económico. Últimamente, he venido pensado que todo lo económico es espiritual. Claramente no en el mundo que vivimos, pero otra forma de pensar la economía es posible. De las y los propios economistas sabemos que la economía no es otra cosa que el estudio de las decisiones humanas. Decisiones que están basadas en lo que somos y cómo nos relacionamos al mundo (ontología relacional exactamente). Nuestros principios de decisión para ocupar trabajo, tiempo o energía precisamente pueden estar en función de una vida integrada y no disociada, no alienada.

Valor de uso, no de cambio. Por ejemplo, la gente a veces me replica cuando digo que yo vivo una vida muy integrada con la perrita que me acompaña “es que tú le das más a tu perrita que ella a ti, o ¿a poco ella te compra comida?” Yo contesto que para empezar no es mía, yo no le pongo collar, no le pongo cadena y puede marcharse cuando quiera (lo ha hecho). En segundo lugar, es más ingenuo pensar que se tiene que poner a trabajar para darme dinero y vivir de manera equitativa que lo que yo creo que pasa. Esto que creo es: saber que yo tomo de ella lo que necesito que es cariño y compañía. Ella toma de mí lo que necesita que es cariño, compañía y a veces comida porque si quiere también sabe que puede comer en la calle o salirse como antes ya lo ha hecho. Esta es una relación basada en el valor de uso, no de cambio.

Cuando actuamos desde estos principios más integradores, pero más subjetivos, no sólo las prácticas de manejo tradicionales se vuelven importantes, sino que tenemos que incorporar otras nuevas. Así que iré describiendo algunas prácticas para este y los siguientes puntos.

Prácticas de manejo asociadas: Topografía espiritual, cronometría espiritual, instaurar sistemas de valor de uso y reciprocidad como el tequio, sistemas agroforestales, circuitos cortos de comercialización, tequios barriales, diálogo de saberes, agroforestería, huertos biointensivos, ceremonias de petición, mayordomías y fiestas comunitarias.

 

2) Principio político y organizativo

Para Rosset y Giraldo este principio parte de la idea de proyectar formas de organización colectiva, no individualizada. Uno de los medios evolutivos que tenemos los y las animales sociales como los humanos para sobrevivir de mejor manera es la organización colectiva. Así como le ha funcionado a la clase militar, política, empresarial el asociarse para alcanzar sus fines, también a la clase común nos puede servir para organizarnos y trabajar desde otros medios.

Cuando nos organizamos colectivamente ponemos condiciones para la diversidad para el desarrollo de alternativas de bienestar. Es decir, que con muchas formas de hacer dentro de un agroecosistema también hay muchos lugares donde divertirse, muchas personas, fauna y flora que brindan ideas para la expresión y contemplación, además de fuentes para seguir desarrollando la vida.

Es parcialmente cierta la noción de que tenemos a los políticos que merecemos. Y es que a ver, no es que los merezcamos es que esos políticos son lo que la sociedad es. Provienen de ahí, ya sea de la clase política que vive en una burbuja o de la clase de a pie que piensa que esta burbuja es la meta en la vida. Verdaderamente en todos los niveles y dimensiones, en diferentes grados, se encuentran los valores de individualismo, nepotismo, chovinismo, xenofobia, violencia de género porque somos descendientes de una sociedad colonializada, patriarcal y capitalista. Aunque también debemos reconocer que existen grupos e individuos que actúan, piensan y sienten desde una posición de apegos seguros y formas de amar liberadoras.

Por esto, como escribe Giraldo y Rosset, debemos cuestionar estructuras, no reproducirlas porque la estructura política y organizativa actual proviene de una actitud y conducta que ha dado las posibilidades para formar bandos de grupos opresores y oprimidos.

Prácticas de manejo asociadas: compostaje social y de la materia, sistemas de protección ecosocial, desde el acolchado hasta sistemas de seguridad social comunitaria, de la fauna y la vegetación, fiestas y mayordomías, tequios y acción directa, huertos biointensivos comunitarios.

3 Principio pedagógico

Antes que nada, Expresiones Bioculturales plantea la vida en términos de lugar y tiempo de aprendizajes para conocer y formar vínculos con la topografía, la hidrología, el suelo, los bosques, etcétera. Aprendemos queramos o no; aprendemos en todos los momentos de nuestra vida; aprendemos en un rumbo u otro. Si aprendemos elementos que nos relacionen específicamente a un territorio y a un colectivo ecosocial, entonces vamos a poder honrar nuestro tiempo y espacio creando en nosotras y nosotros capacidades fisiológicas, edafológicas, hidrológicas para poder hacer uso de lo que está adentro de nosotros y nuestros alrededores.

Dentro de nuestras misiones y esfuerzos, cada actividad es una forma de convivir, de aprender en un lugar, sobre un lugar y en conjunto con ese lugar.

Prácticas de manejo asociadas: diálogo de saberes, escucha activa, caminatas de transecto, círculos de cierre, ejercicios para desaprender, en conjunto hacer actividades de agroforestería, cuidado del suelo y el agua, manejo integral de insectos, agroforestería, comercialización.

Prácticas de manejo asociadas: diálogo de saberes, escucha activa, caminatas de transecto, círculos de cierre, ejercicios para desaprender, en conjunto hacer actividades de agroforestería, cuidado del suelo y el agua, manejo integral de insectos, agroforestería, comercialización.

5 Principio metodológico

Giraldo y Rosset definen este principio como la construcción de procesos horizontales, no jerárquicos. Ellos dos, hombres, académicos súper especializados y críticos hablan desde su cotnexto y de cómo a veces los extensionistas, los expertos, las ONG’s, el gobierno, las universidades van al campo y con las organizaciones de base como expertos. Cierto, pero también es necesario hablar de otros contextos donde no sólo los expertos vienen a decirnos que hacer, sino de los individuos, colectivos y todo tipo de agencias que nos autogestionamos para hacer.

Por esto, mi definición se encamina a decir que el principio metodológico es que hay que vivir en una sociedad de medios sin fin. No hay que hacer para cumplir el objetivo, hay que hacer y hay que vivir bien, hay que estar contentos mientras hacemos. Vamos a militar alegremente en el consenso, en el disenso. Porque co-existir armoniosamente no se trata de no tener desacuerdo, sino vivir, empatizar con el pensamiento-acción divergente, pero encontrando medios para estar bien no 10, 20 o 50 años en el futuro, sino estar bien ahora.

Prácticas de manejo asociadas: comunidades de juegos, diálogos y aprendizajes, aprender haciendo huertos, agroforestería, utilidades cotidianas, transformación de alimentos, ceremonias de cuidado de los espacios comunitarios importantes (poda del bosuqe, limpieza del centro común de casa, cocinas), cocinas comunitarias.


Por estos principios, Expresiones Bioculturales tiene una rama editorial, una rama de integración y facilitación de procesos de restauración y transición agroecológica, una rama de investigación y de aprendizajes. Y es que, todas se relacionan entre sí. Todas cobran sentido en el presente por un sentimiento, necesidad o deseo que nos atraviesa en conjunto con nuestros colaboradores comunes y esporádicos.

Quizá sea difícil para el público seguirnos la pista. Para nosotris es difícil ir abriendo brecha en este bosque complejo y diverso que significa vivir en la Tierra.


Bibliografía

  1. Giraldo, O. F., & Rosset, P. M. (2021). Principios sociales de las agroecologías emancipadoras. Desenvolvimento e Meio Ambiente, 58(0), 708-732.

  2. Wezel, A., Kerr, B. G. H. R. B., Gonçalves, E. B. A. L. R., & Sinclair, F. (2020). Principios y elementos agroecológicos y sus implicaciones para la transición a sistemas alimentarios sostenibles. Una revisión. Agronomía para el desarrollo sostenible, 40.

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