Manejo integral de agua y suelo en casa: la microcuenca doméstica

En este artículo se sintetizan diferentes ideas para poder re-entender la casa, la vida doméstica como otra de las dimensiones ecológicas de la vida. La casa anidada dentro de sistemas más grandes que componen este coexistir en la tierra.



Sistemas en interrelación vida, suelo, agua

La perspectiva de cuenca es una metáfora para entender que suelo, agua y sistemas de vida estamos interconectados en el territorio. Lo que impacta a un sistema, tiene consecuencias también en otro de estos sistemas. Vamos a abordar desde la perspectiva de cuenca, qué significa una casa o cómo está siendo una casa cuando la percibimos como parte de estos sistemas interrelacionados.



El sistema suelo. Es la capa fértil de la Tierra que está en la superficie de la litósfera. Está formada por la roca madre de las capas geológicas del subsuelo, además de las interacciones que a través del tiempo se han conjuntado en ese sitio. Estas tienen que ver con la luz, la temperatura, las precipitaciones (condiciones abióticas), así como con las condiciones bióticas como la fauna, animales, hongos, bacterias y vegetación que se da en determinado sitio. Cuando esta vida muere, sus restos son las pequeñas partículas que con el paso del tiempo se mezclan con la roca del lugar y forman una capa de suelo. Por lo tanto, el suelo es el conjunto de agua, aire, materia orgánica (viva y muerta) que se encuentra en un lugar.



El sistema agua. El agua es la forma de organización de la Tierra que a través de nubes, olas, lluvias, granizo, ríos, lagos, mares y océanos se reparte la materia que está disuelta o flotando sobre esta. Ella misma sirve para que otros organismos puedan ocuparla para hidratarse y completar sus procesos de producción de energía y otras diferentes funciones fisiológicas. El agua que cae sobre cierta fisiografía, un montón de cuerpos montañosos y valles, conecta diferentes secciones del territorio a través de los lugares por donde esta va fluyendo y drenándose. Fluye, se reparte a sí misma, ciertos materiales y se va almacenando, más o menos tiempo, en diferentes cuerpos como ríos o lagos, pero también se almacena por un tiempo en cuerpos vivos. Las plantas y animales nos hidratamos, ocupamos el agua, la transformamos o no, y luego desechamos los residuos para que sigan su curso.



El sistema vida. Dentro de las ciencias naturales podemos entender este sistema como la capa de la tierra que llamamos biósfera. Estos sistemas son las comunidades bióticas que viven y forman un ecosistema. A su vez, las comunidades son el conjunto de poblaciones de diferentes especies que conviven en un lugar. Una comunidad que pertenece a un bosque seco puede estar conformada por poblaciones de coyotes, serpientes, correcaminos, escarabajos, además del conjunto florístico, de hongos y otros organismos que viven en ese sitio. Los humanos, somos seres que hemos aprendido a vivir y a adaptarnos a muchos tipos de ecosistemas. Así, la capa de la vida interactúa y está conformada por agua, suelo, la materia y energía que fluye cíclicamente de una capa a la otra.



No describiré aquí a la atmósfera o el sistema aire, la capa gaseosa en la Tierra, pero definitivamente también juega un papel y está mezclada con las otras capas.



Sistema de la vivienda

Por último, hablemos de la esfera de la casa o vivienda. Uno de los principios del pensamiento sistémico es el de la anidación de los sistemas. Todo sistema está dentro de otro sistema. Las casas ciertamente se encuentran contenidas dentro de los sistemas que mencionamos anteriormente. De hecho, es posible argumentar que un conjunto de casas forma un tipo de ecosistema. Tampoco resulta difícil pensar que mucho tiempo atrás, los sistemas de vivienda estuvieron profundamente sumergidos en cualquier ecosistema. Como cualquier otro ser vivo, la humanidad tiene una necesidad fisiológica de nutrirse, excretar, buscar refugio y es así como nos relacionamos al ambiente que nos rodea.

Sin embargo, bien podemos comprendernos como no naturales (1), como seres desconectados de los procesos ecológicos, seres intelectuales, culturales, seres económicos que de alguna forma hemos logrado construir un mundo artificial. ¿Por qué nos contamos esta historia?

Ana Fani Alessandri Carlos (2) menciona que las sociedades urbanas vivimos en un espacio fragmentado, caracterizado por la segregación. En estos espacios las relaciones tienden a ser mediadas por la mercancía. Algo similar opina David Harvey (3) para quien nuestros derechos y necesidades están basados en lógicas individualistas y de propiedad privada. Así es como se ha conformado el espacio urbano, además de la educación de los expertos que lo fabrican como urbanistas, arquitectos, abogados, comerciantes y burócratas. De tal forma, las viviendas ya no responden tanto a los principios de vida de los diferentes colectivos con su propia agencia, sino que responden al devenir de una sociedad de consumo.

Se ha centralizado el aprovisionamiento y manejo de los regalos de los ecosistemas a gobiernos u organizaciones privadas para que nos surtan lo que necesitamos y se lleven lo que no queremos. Además, como describe Carla Escoffie (4) en su libro “País sin Techo” (que está increíble, léanlo) algunas de las problemáticas que surgen en las ciudades, basadas en las lógicas que plantea Harvey, son: especulación y burbujas inmobiliarias, megaproyectos, inquilinos sin casas, casas sin inquilinos, discriminación a grupos sociales, ecosistemas desplazados. ¡Uf!

A grandes rasgos esta es la dinámica sistémica de las casas, pero hay mucho, mucho más que decir.



Reconciliación ecosistémica

Levantar una vivienda implica cubrir el suelo, deforestar y defaunar el lugar, además del alto impacto ambiental de sus materiales. Pero sí podemos repensarla dentro de un entorno integrado. Y este pensamiento descubre que lo social es ecológico y lo ecológico es social.

“Autonomía es la política para describir las capacidades instaladas dadas por nuestra evolución junto con el potencial que nos ofrecen los procesos ecológicos.”

John Turner, además de muchos otrxs, piensa así. Su libro “Housing by People” se basa en la premisa de que las redes de personas realmente nos podemos hacer cargo de nuestro propio entorno, de nuestros deseos y necesidades sin que necesitemos de expertos que nos digan qué podemos y qué no podemos hacer. Podemos escapar de las casas que nos han impuesto si recobramos la autonomía que ya vive en nosotras y nosotros. Quizá autonomía es la política para describir las capacidades instaladas dadas por nuestra evolución junto con el potencial que nos ofrecen los procesos ecológicos. Entonces autonomía es la capacidad de ser lo que somos plenamente con los paisajes que están dentro y fuera de nosotros.

La perspectiva de cuenca busca reconciliar la relación entre sistemas de suelo y agua en un territorio. Extendiendo esta idea, yo propongo que la perspectiva de la microcuenca doméstica es aquella que reconcilia el sistema de la vivienda dentro de una cuenca y un ecosistema. Para esto requerimos cambiar nuestra actitud, sintiendo que también la humanidad y sus culturas forman parte integral del mundo. Bajo esta perspectiva, podremos reconocer que el concreto es natural, el plástico es natural, puesto que la expresión de nuestra naturaleza no termina en nuestros cuerpos sino en las hazañas.

Reconciliación también nos habla de intimidad, de reconocer la íntima relación que tenemos con el ambiente que nos rodea para conocerlo y apreciarlo. En nuestras unidades domésticas hemos cambiado la reciprocidad de los regalos de los ecosistemas por la dependencia a un sistema de capital de consumo. Una vida ecosistémica tiene que ver con reconocer los patrones que existen en el clima, la vegetación, la fauna, el agua, las temporadas del año, así como los patrones de otros grupos humanos que se adaptan a estas condiciones.

Podemos ser campesinas y campesinos en nuestras propias casas si nos pensamos y actuamos desde el reconocimiento de las habilidades que ya viven en nosotros y el potencial de la ecología.


Estas son algunas de las cosas que puedes implementar en tu casa para comenzar a reconectarte a la red de reciprocidades ecológicas.

Sistema de captación de agua de lluvia

Sistema con enfoque en agua

Huerto familiar

Sistema con enfoque en vida, suelo y agua

Compostaje de alimentos

Sistema con enfoque en suelo y agua

Traspatio agroforestal

Biofiltro para tratamiento de aguas grises

Sistema con enfoque en agua y suelo

Baño seco

compostero

Sistema con enfoque en suelo y agua

Jardines de lluvia

Sistema con enfoque en agua, vida y suelo


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